Para preparar un buen café tenemos que partir de buenos granos.
Comprá café de especialidad y asegurate que tenga menos de 60 días desde el tueste.
Esto es así porque el café, al igual que muchos otros alimentos, se deteriora con el tiempo en la medida en que está expuesto al oxígeno.
Cuando compres café buscá en la etiqueta la fecha de tueste.
Los cafés de supermercado o de otras tiendas que están envasados hace tiempo no suelen dar esta información, y por lo tanto, no hay forma de corroborar la frescura de los granos.
En Cafe Delirante tostamos y despachamos el café de especialidad a tu domicilio en el mismo día, para asegurarnos que te llegue siempre fresco y en las mejores condiciones.
No hay nada como el aroma del café recién molido cuando preparamos una buena taza de café.
El café recién molido logra bebidas mucho más ricas, ya que conserva todo el aroma y sabor.
Al moler café, éste se oxida rápidamente y pierde sus compuestos aromáticos volátiles en poco tiempo.
Comprar un buen molino para tu casa es una muy buena inversión y es de las cosas que más va a ayudarte a mejorar el sabor de tu café. Y fundamentalmente tenés que comprar café en grano, que te brindará la mejor experiencia al preparar esta bebida.
Si no tenés un molino en casa, siempre comprá café molido en el momento y asegurate de pedirlo para tu cafetera, ya que la molienda es distinta dependiendo del método que uses
La relación de café y agua es muy importante para lograr un sabor balanceado.
Si preparás café de filtro, usar 1 parte de café por 16 partes de agua es un buen punto de partida.
Esta es la concentración típica para métodos de filtrado.
Lo mejor es probar recetas hasta que encuentres la que más se ajusta a tus gustos.
Si esta proporción te resulta un poco ligera, la próxima vez probá con 12g aprox, y si preferís un resultado más diluido probá con 9 gramos para la misma cantidad de agua.
Si no tenes una balanza en tu cocina, podés calcular que una cucharada contiene 10 gramos de café y eso alcanza para preparar una taza mediana de la bebida.
La temperatura del agua varía según la receta que uses, el nivel de tueste, el tipo de café y el sabor que quieras destacar.
Pero, para empezar, la mejor forma de lograr buenos resultados es la consistencia, y para esto, establecer una temperatura de base es ideal.
Si el agua que usás para preparar tu café no está bien caliente, no vas a poder disolver todas las partes del café que son solubles, y por ende, vas a terminar con cafés débiles o con poco sabor.
No tengas miedo en calentar el agua, una temperatura adecuada del agua para preparar café está alrededor de 95°C. Podés hervirla y esperar un minuto antes de usarla.
Esto no quiere decir que debas tomar tu café tan caliente, yo prefiero beberlo a una temperatura intermedia. Para esto, lo dejo reposar 7/8 minutos después de prepararlo.
La limpieza y el orden son los mandamientos de los baristas.
Necesitás materiales limpios para no modificar ni contaminar el sabor de los nuevos cafés que prepares.
Si tu cafetera o tus filtros tienen restos de café, esas café residual va a infiltrarse de nuevo por el agua, generando sabores amargos e indeseados en tu taza.
En lo personal, prefiero las cafeteras sencillas de vidrio o cerámica que utilizan filtros de papel, ya que uno puede descartar el café ya utilizado y limpiarlas fácilmente.
Si querés hacer café con leche en casa, pero no tenés una máquina espresso, tenes que tener en cuenta que el café preparado en un método de filtro va a estar mucho más diluido.
Para hacer un café con leche la mejor opción es agregarle poca cantidad de leche. De esta manera, no vas a tapar el sabor del café. Asegurate que la cantidad de leche no represente más que el 10% del líquido total, así vas a poder disfrutar de la cremosidad y el sabor sin opacar el café.
El café tiene un gran número de compuestos volátiles que se extraen al prepararlo.
Pero, no se conservan por mucho tiempo en la taza.
Si dejamos reposar demasiado nuestro café se perderá la mayor parte de su aroma y el sabor perderá fuerza e intensidad.
Nunca recalientes el café. Al hacerlo, se pueden desarrollar sabores muy amargos y acartonados o a papel.
Tampoco dejes el café en recipientes que mantengan el calor, ya que el resultado será el mismo.
La mejor opción es beber el café justo después de su preparación.
Para esto, sólo prepará el café que vas a tomar en el momento.
Si hiciste café de más, o si querés transportarlo, podés mantener tu café rico hasta por 1 hora si lo guardás en un termo.
Guardá tu café en un recipiente hermético y oscuro, que pueda cerrarse y dejalo en una alacena.
Es importante que el lugar donde lo guardes no esté directamente expuesto al sol ni a ninguna fuente de calor, humedad o frío.
El café de buena calidad no necesita ser endulzado.
La mayoría de los cafés que podés comprar en un supermercado, sin embargo, son cafés de mala calidad a los que se les agrega hasta un 15% de azúcar, el famoso café torrado.
El café tostado natural es dulce por sí sólo.
Tomar café sin azúcar te permitirá apreciar con mucha mayor intensidad y definición el abanico de sabores que tiene el café.
Empezá disminuyendo la cantidad de azúcar a la mitad, y paulatinamente, tratá de eliminar el endulzante por completo.
El azúcar agregada opaca las notas sutiles del café, limita tu capacidad de percepción y aumenta tu tolerancia, por lo que cada vez necesitás la misma o más cantidad de azúcar para percibir el mismo grado de dulzor.
En Delirante, nuestra misión es transformar la forma en la que tomás café. Una vez que empieces a disfrutar del sabor de un buen café sin azúcar ni ningún agregado vas a entender por qué te hacemos esta recomendación.
Si tu paladar está acostumbrado a tomar café torrado o café de mala calidad, al principio te va a resultar extraño el sabor del buen café.
Es probable que te parezca muy diluido, ligero, o muy ácido.
El café de especialidad tiene un amargor no invasivo, es dulce, ácido y tiene muchísimos sabores distintos por descubrir.
Intentá disfrutar el momento buscando sabores en tu taza.
Te garantizo que luego de beber café de buena calidad durante 3 días nunca más en tu vida vas a querer volver al café torrado de supermercado ni al café comercial.